Se han detectado hasta cinco alteraciones en estructuras neurológicas
Se ha detectado que las personas con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) poseen un cerebro diferente al resto de la población, según un estudio realizado.
En este estudio han colaborado neurocientíficos y médicos de once países, se han analizado con resonancia unos 1.715 cerebros con personas diagnosticadas y se han comparado con el de otras 1.530 personas sin trastorno.
Los resultados, presentados ayer en la revista Online The Lancet Psychiatry, se han detectado diferencias significativas en cinco estructuras neurológicas. Asimismo, otra diferencia significativa es que el tamaño del cerebro de personas diagnosticadas con TDAH es menor que en la media de la población.
Nota para los padres
Los investigadores describen el TDAH como un trastorno del cerebro, este no se debe a una mala educación. Se estima que afecta a un 5,3% de niños y adolescentes, lo que lo convierte en uno de los trastornos más comunes, y 2/3 de ellos siguen presentando síntomas cuando son adultos.
"El TDAH es un trastorno tan complejo que afecta a distintos aspectos del comportamiento", declara Òscar Vilarroya, investigador de la Fundació IMIM y de la Universitat Autònoma y coautor del trabajo.
Estudios anteriores habían detectado tres alteraciones de estas cinco encontradas en el último estudio: el núcleo accumbens, el núcleo caudado y el putamen.
El núcleo accumbens tiene un papel central en el procesamiento de la sensación de recompensa, el hecho de que esté alterado se ha relacionado con los problemas de falta de motivación que afectan a niños con TDAH.
Los nuevos resultados amplían estos anteriores con dos alteraciones más con estructuras que hasta ahora no se habían relacionado con el trastorno: la amígdala y el hipocampo.
"Las alteraciones registradas en la amígdala son importantes porque esta región vincula el TDAH con problemas de regulación emocional", destacan los investigadores en The Lancet Psychiatry.
La amígdala es una estructura primitiva, que compartimos con aves y reptiles y que tiene un papel esencial en las emociones y sus consecuencias en la conducta como la agresividad y la impulsividad.
Técnica de imagen
Los investigadores han analizado el cerebro de 3.245 personas con resonancia magnética.
Aunque las alteraciones detectadas con resonancia magnética son significativas, por ahora aún no es posible diagnosticar el TDAH con esta técnica de imagen. “A partir de estos resultados, tal vez se pueda desarrollar en el futuro una técnica de diagnóstico”, señala Vilarroya.
Pero las diferencias entre los cerebros con y sin TDAH se han detectado en el marco de un proyecto de investigación que no tenía por objetivo diagnosticar el trastorno.