Cada año, más de 9,5 millones de personas mueren por cáncer en el mundo y se estima que esta cifra aumente a más de 16 millones en 2040. Se trata de una de las enfermedades que más temor y desconcierto generan en la población. Ahora bien, es posible prevenir algunos casos, en concreto más de un tercio y aproximadamente otro tercio tiene altas probabilidades de llegar a curarse, si se diagnostica y trata a tiempo.
Por esta y otras razones, cada 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer promovido por la Organización Mundial de la salud (OMS), el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC). Un día enfocado a sensibilizar y concienciar sobre esta enfermedad a nivel mundial y promover así la movilización de la sociedad para avanzar tanto en su prevención como control.
De hecho, según la OMS, se necesitan tanto programas como políticas nacionales para contribuir a los anteriores objetivos, además de reducir la exposición a los factores de riesgo y garantizar que las personas reciban información y apoyo de calidad para llevar a cabo estilos de vida saludables.
A continuación, realizaremos un recorrido por la situación actual del cáncer, sobre cómo prevenirlo, qué recomendaciones existen desde organismos e instituciones sanitarias internacionales y cuáles son los últimos avances que la ciencia ha realizado.
El cáncer hoy en día
En la actualidad, sabemos mucho más sobre el cáncer que antes, aunque quizás no todo lo suficiente ni lo que desearíamos; además, también siguen vigentes ciertos mitos o creencias falsas sobre esta enfermedad.
Aunque a nivel general el aumento del cáncer no se diferencia mucho en relación al del año 2019 en España, lo cierto es que se ha apreciado un aumento de nuevos casos en las mujeres y un ligero descenso en la incidencia de los hombres. Las investigaciones señalan el incremento del cáncer de pulmón debido al consumo de tabaco en las mujeres como la causa de este cambio.
En cuanto a los cánceres más diagnosticados en España, en el primer lugar se encuentran los colorrectales, seguidos del cáncer de próstata, de mama y de vejiga.
A día de hoy sabemos que la edad es un factor de riesgo de cáncer, sobre todo a partir de los 45-50 años: los hombres tienen mayor probabilidad de desarrollar esta enfermedad, aproximadamente un 41 %, mientras que las mujeres un 27 %.
En cuanto a los factores de riesgo, es cierto que existen aquellos que no son modificables y que no podemos controlar, como la edad o la genética; pero también existen aquellos ante los que sí podemos intervenir como la alimentación, el ejercicio físico, algunas infecciones y el consumo de alcohol, tabaco u otras drogas. De ahí que tenerlo presente sea un aspecto fundamental para el cuidado de nuestra salud y la prevención de esta enfermedad.
La prevención de algunos tipos de cáncer también puede ser efectiva a través de la vacunación frente al VPH o VHB o la realización de algunas pruebas determinadas y exámenes. Para ello, lo recomendable es consultar al médico, el cual nos orientará teniendo en cuenta las pautas y recomendaciones nacionales e internacionales.
Además, también se han producido algunos avances en oncología en relación al tratamiento del cáncer, tanto en la quimioterapia, como la radioterapia o la aplicación de la inmunoterapia y las terapias dirigidas. Y no solo eso, gracias la biopsia líquida es posible diagnosticar esta enfermedad de forma más rápida y eficiente y el estudio de la microbiota ha demostrado que su composición puede influir en la respuesta al tratamiento de quimioterapia. No obstante, aún queda mucho por hacer e investigar sobre el cáncer.
El Código Europeo contra el Cáncer
El Código Europeo contra el Cáncer recoge una serie de pautas y recomendaciones que todos podemos poner en marcha para reducir las probabilidades de que esta enfermedad llegue a nuestras vidas. Son las siguientes:
- No fumar
- Facilitar que el hogar esté libre de humo y apoyar las políticas libres de humo en el trabajo.
- Mantener un peso saludable.
- Hacer ejercicio diario y limitar el sedentarismo.
- Comer de forma saludable. Lo que implica consumir cereales integrales, legumbres, frutas y verduras, limitar los alimentos hipercalóricos y las bebidas azucaradas y evitar la carne procesada y reducir el consumo de carne roja y alimentos con mucha sal.
- Limitar el consumo de alcohol o directamente evitar las bebidas alcohólicas.
- Evitar la exposición solar excesiva, sobre todo en niños. Utilizar protección solar y no usar cabinas de rayos UVA.
- Protegerse en el trabajo de las sustancias cancerígenas según las instrucciones de la normativa de protección de la salud y seguridad laboral.
- Averiguar si se está expuesto a radiación de altos niveles naturales de radón en el domicilio y tomar medidas para reducirlo.
- Y en concreto para las mujeres: amamantar al bebé en la medida de lo posible, ya que la lactancia materna reduce el riesgo de cáncer de la madre y limitar el tratamiento con THS.
- Participación de los hijos en los programas de vacunación para el virus de la hepatitis B y del papiloma humano.
- Participar en programas de cribado del cáncer colorrectal (hombres y mujeres), mama (mujeres) y cervicouterino (mujeres).
Aunque a menudo creamos que nosotros no podemos hacer nada por prevenir el cáncer, lo cierto es que sí. Pues aunque no reduzca todas las posibilidades, sí algunas y esto ya es un motivo para cambiar de hábitos. No olvidemos que al menos un tercio de todos los casos de cáncer puede prevenirse.