Cada vez son más las personas que apuestan por consumir productos naturales y saludables, no solo en el ámbito de la alimentación, sino también en el ámbito de la medicina. De hecho, ¿a quién no le han dicho alguna vez, cuando estaba nervioso, que se tomase “una tila”?
Lo cierto es que el uso de las plantas medicinales no es algo nuevo, sino que tiene muchísimos años, desde la Antigüedad. No obstante, con el avance de las nuevas tecnologías y, sobre todo, de la industrialización y el uso de productos químicos, su uso está de nuevo en alza.
Y en esta situación, la herboristería tiene un papel muy importante, aunque todavía hay muchas personas que no saben qué es exactamente. Si eres una de ellas, no te preocupes, porque en este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta especialidad.
¿Qué es la herboristería?
La herboristería se define como una especialidad que desarrolla el herborista, el cual utiliza ciertas plantas con objetivos medicinales, es decir, su función es estudiar y preparar las plantas según sus propiedades medicinales, catalogarlas y ponerlas a la venta para su consumo natural, sin pasar por procesos industriales.
Lo cierto es que esta práctica se realiza desde hace años, aunque, con el paso del tiempo, se sustituyó por la farmacología y la fitoterapia. No obstante, todavía existe un gran porcentaje de la población que prefieren los productos lo más naturales posibles.
Así, el herborista ofrece plantas preparadas para hacer infusiones, raíces en polvo para la ingesta directa, colutorios bucales u hojas secas, entre otras que veremos en este artículo más adelante.
La documentación que existe al respecto de la herboristería es muy amplia. De hecho, no solo la utilizan los ciudadanos, sino también los principales laboratorios y grupos farmacéuticos. No hay duda de que la herboristería ofrece muchos beneficios para el desarrollo de medicamentos a base de plantas.
Por eso, precisamente, también se cuenta con especialistas de distintas ramas de la ciencia, como la biología, la botánica o la antropología. De esta forma, existen diferentes líneas de investigación destinadas a clasificar, según el potencial sanador, de todo tipo de hierbas y vegetales medicinales.
Cabe destacar que una herboristería es donde se recolectan estas plantas, mientras que el herbolario es donde se comercializan.
¿Qué productos puedo encontrar relacionados con la herboristería?
Los estudios realizados y los hallazgos obtenidos con el paso del tiempo permiten distinguir una amplia variedad de hierbas y plantas curativas que contienen propiedades terapéuticas. Por ejemplo, la propiedad antihelmíntica, que destruye y permite la expulsión de parásitos intestinales.
También existen remedios herbolarios que son antiinflamatorios, es decir, alivian o reducen la hinchazón de los tejidos, como la cola de caballo. Al igual que los antimicrobianos y ayudan a fortalecer los mecanismos de defensa del organismo. Por su parte, los astringentes reducen la irritación cutánea y protegen contra infecciones y los estimulantes del sistema digestivo inducen el apetito y la producción de jugos digestivos, como la manzanilla o la menta.
Los diuréticos que aumentan la producción y eliminación de orina, como los estigmas de maíz, y los expectorantes permiten la eliminación de mucosidades alejadas en las vías respiratorias, como la acelga.
Por otro lado, también hay plantas que son depurativas, como el romero, que estimula la función del hígado y mejora la circulación, y plantas para problemas respiratorios, como el eucalipto o el tomillo.
En cuanto a las plantas laxantes o reguladores intestinales, se encuentra el lino, que ayuda a normalizar el tránsito intestinal, o la zaragatona, que aumenta los movimientos intestinales. Por otro lado, las plantas relajantes ayudan a reducir y controlar estados de nerviosismo, ansiedad e inquietud, como, por ejemplo, la tila o la melisa.
También hay plantas que tienen efectos sobre la circulación y la tensión arterial, como la olivera o la zarzaparrilla, y otras que regulan las hormonas, es decir, ayudan a solucionar problemas relacionados con la menopausia, la regulación hormonal o la salud sexual, como, por ejemplo, la salvia.
¿Qué beneficios tienen estos productos?
Sin duda, utilizar remedios naturales, complementos alimenticios y productos de herbolario supone una forma de vivir mucho más sana. De hecho, en muchos casos, son los propios médicos quienes recetan estos productos elaborados con plantas y flores. ¿El objetivo? Que nuestro cuerpo no adquiera tanta química ni sufra efectos secundarios, sobre todo si son enfermedades como la ansiedad o el insomnio.
Lo cierto es que con los productos de la herboristería, se puede depurar el cuerpo humano y conseguir un estado de bienestar y equilibrio de nuestro organismo. Esto se debe, principalmente, al poder medicinal y natural que poseen.
Además, esto se une a que los continuos avances hacen que cada vez se consuma más este tipo de productos naturales. No solo porque la sociedad es consciente de que cada vez se utilizan más productos industriales, sino porque estos productos naturales son más adecuados para la salud y se pueden personalizar para cada persona o caso.
Claro ejemplo es que estas plantas medicinales pueden ayudar desde eliminar dolores de cabeza o falta de sueño hasta adelgazar de una forma mucho más saludable.
¿Qué es la fitoterapia?
La herboristería y la fitoterapia son muy populares como medicinas alternativas, ya que ambas utilizan las plantas como un recurso terapéutico natural. En concreto, la fitoterapia se define como el uso de productos de origen vegetal para prevenir, curar o aliviar una amplia variedad de síntomas y enfermedades.
Lo cierto es que el uso de las plantas medicinales con objetivos curativos es una práctica que se ha utilizado desde hace muchísimo tiempo. De hecho, las plantas son las sustancias responsables de los productos farmacológicos, es decir, los medicamentos a base de plantas, medicamentos fitoterapéuticos o productos fitoterapéuticos son medicamentos que son de origen vegetal o están preparados con drogas vegetales.