Con el paso del tiempo, el pecho de las mujeres sufre muchas alteraciones a consecuencia de los cambios en la pubertad, el embarazo, el uso de anticonceptivos orales, la lactancia o la pérdida de peso. Los pechos caídos se convierten en un gran complejo para muchas mujeres y, para corregir esa flacidez y conseguir recuperar la firmeza, son muchas las que se someten a una cirugía plástica de elevación mamaria.
En este nuevo artículo, vamos a conocer qué es la mastopexia, cuáles son los diferentes tipos que existen y cómo es el postoperatorio de mastopexia. ¡Comenzamos!
¿Qué es una mastopexia?
La mastopexia es la cirugía estética que tiene como objetivo principal elevar las mamas para recuperar la firmeza y recolocar los senos de una mujer. Hay que destacar que dentro de la mastopexia existen diferentes técnicas para elevar y mejorar la forma de la mama en función del tipo de pecho que tengamos, el tipo de caída y el resultado que queramos conseguir.
Muchas personas confunden el aumento de pecho, o mamoplastia, con la mastopexia, pero son dos cirugías completamente diferentes. La mamoplastia tiene como principal objetivo aumentar el tamaño y la forma de la mama. Sin embargo, la mastopexia es la intervención quirúrgica con la que se pretende levantar la mama y remodelar su forma o posición original.
Es importante saber que podemos realizar una mastopexia con prótesis o mastopexia sin prótesis, esto dependerá del volumen que tengamos de mama. Si hay mama suficiente para poder llevar a cabo una elevación y que quede una mama natural y bonita, se puede plantear hacer una elevación sin prótesis. En pacientes que requieran dar un poco más de volumen o de forma, hay que colocar una prótesis. En la mastopexia es preferible colocar las prótesis detrás del músculo, para que sea el músculo pectoral el que soporte la prótesis y no el tejido.
Hay que tener en cuenta que con esta cirugía se van a conseguir resultados muy buenos, pero no se podrá llegar a la perfección que conseguimos con un aumento de pecho.
Tipos de mastopexia
Ya sabemos lo que es una mastopexia, pero ¿cómo sabemos si nuestro pecho está caído? Para evaluar la posición de las mamas hay que tener en cuenta dos puntos de referencia: la areola y surco mamario. Clasificaremos la caída del pecho según la Escala de Regnault:
- Ptosis primer grado: Lo encontramos en mamas con un volumen pequeño y el nivel de la areola está igualado con el surco submamario.
- Ptosis segundo grado: Las mamas han sufrido un descenso sobre el surco submamario.
- Ptosis tercer grado: Este grado es más fácil de diagnosticar, ya que la areola se encuentra muy por debajo del surco submamario. Normalmente, este tipo de caída es a consecuencia del envejecimiento.
- Ptosis cuarto grado o pseudoptosis: El pezón se encuentra al mismo nivel que el surco submamario, pero el polo inferior de la mama descuelga por debajo del surco.
Existen tres tipos de mastopexia, según los cortes que se realizan en la cirugía de elevación mamaria:
Mastopexia periareolar
En la mastopexia periareolar la incisión se realiza alrededor de la areola y permite reducir su tamaño. Este tipo de intervención se lleva a cabo cuando la cantidad del tejido que se va a manipular es pequeña y no es necesario mover gran cantidad de piel.
Mastopexia vertical
Con este tipo de cicatriz, al igual que la mastopexia periareolar, también se reduce el tamaño de la areola. Este tipo de cirugía se ejecuta en ptosis de primer y segundo grado, ya que se pretende subir la areola, pero no es necesario retirar mucha piel.
Mastopexia en T-invertida
Se lleva a cabo cuando es necesario retirar gran cantidad de piel. Es la cirugía indicada para ptosis mamarias de segundo y tercer grado. En este tipo de cicatriz se requiere la extirpación de tejido mamario, por lo que puede alterar a la lactancia.
Postoperatorio mastopexia
La recuperación de la operación de mastopexia es tranquila y rápida. El postoperatorio de la elevación mamaria consiste en una noche de ingreso en la clínica en la que se ha llevado a cabo la intervención. Es importante que, durante las primeras horas después de la operación, la paciente se encuentre bajo supervisión médica para que se controle el posible dolor de las primeras 24 horas.
A continuación, se colocará un vendaje que hay que llevar durante una semana. Este vendaje se pone tras la operación, en el propio quirófano, y se amolda según las medidas y las necesidades de cada paciente. Una vez abandona la clínica y pasa una semana de la intervención, la paciente tiene que realizar diferentes visitas a la consulta para llevar un buen control durante el postoperatorio. En la primera semana de recuperación, se pueden hacer actividades de la vida cotidiana, salvo cargar grandes pesos y hacer esfuerzos. En esta primera semana de postoperatorio no se requiere el cuidado de heridas.
Pasado un mes de la intervención, se empieza con el cuidado de la cicatriz. Se recomienda la aplicación de cremas de gel de silicona o apósitos de silicona para disminuir el riesgo de cicatriz hipertrófica. Durante estos primeros meses, como en cualquier cicatriz, la cicatriz tendrá un color rojizo que irá evolucionando durante el proceso de maduración hasta conseguir el resultado deseado. Los resultados deseados suelen apreciarse pasado un año.
El período de reposo suele ser más largo que en las cirugías de aumento de pecho. Se recomienda estar dos meses sin realizar ejercicios violentos con los brazos, evitar levantar mucho peso, tener cuidado con golpear la zona donde se encuentra la cicatriz y llevar un correcto control en los cuidados de la zona intervenida.
Ahora que ya sabes lo que es la mastopexia, los tipos de mastopexia que existen y cómo es el postoperatorio de esta operación estética, te animamos a cursar nuestro Máster en cirugía estética.
Si eres profesional de la medicina, en nuestra web tenemos disponible un amplio catálogo de formaciones online para médicos. Te invitamos a navegar por nuestra página y conocer nuestros cursos de medicina, máster en medicina y expertos universitarios para médicos.