La ciencia también es cosa de mujeres, aunque la mayor parte de esta relación haya sido invisibilizada durante años. Incluso, a pesar de que existan un gran número de mujeres que han luchado e investigado en el ámbito científico, aún siguen existiendo ciertos obstáculos para las mujeres a día de hoy: menos de un 30 % de los profesionales del mundo de la investigación científica son mujeres y solo un 7 % de niñas se ven como científicas en el futuro.
Hoy, con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, hemos elaborado este artículo con el objetivo de aportar nuestro granito de arena y contribuir al reconocimiento de todas aquellas mujeres que han luchado y luchan a favor de la ciencia y especialmente de las ramas relacionadas con la medicina.
Mujer y ciencia en la actualidad
La ONU para romper las barreras y los obstáculos que las mujeres y las niñas se encuentran día a día en el ámbito científico proclamó en 2015 el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Sin duda, un paso más para visibilizar sus aportaciones, generar conciencia en la sociedad y luchar contra la brecha de género existente en las disciplinas STEM (science, technology, engineering and mathematics). Porque a pesar del aumento de mujeres en las carreras relacionadas con estas disciplinas, aún siguen estando insuficientemente representadas en ellas.
Esto es debido a la influencia de los prejuicios y estereotipos de género existentes desde hace años y con los que todavía muchas personas conviven de manera arraigada. Una perspectiva pobre, rígida e injusta que considera a la mujer inferior en muchos sectores o incapaz de adquirir las habilidades, competencias y conocimientos necesarios para los sectores relacionados con la ciencia.
Como ejemplo, hacemos referencia a la diferencia de Premios Nobel: tan solo 54 mujeres han sido premiadas, frente a 891 hombres. Y si hacemos referencia a los Premio Nobel de medicina los datos indican 207 hombres frente a 12 mujeres hasta 2019.
Además, esta situación de discriminación no solo está presente en premios y galardones, sino también en puestos de trabajo, remuneración y publicaciones, entre otros aspectos. Por lo que un gran número de trabajos, esfuerzos y horas de dedicación de muchas mujeres han quedado bajo tierra, sin ser conocidos ni valorados.
Otro de los aspectos que explican esta situación de inferioridad es el conocido efecto Matilda, el cual fue descrito por primera vez por Matilda Joslyn Gage en su obra La mujer como inventora en 1993. Se trata de un concepto que define la situación de discriminación y menosprecio que sufre el trabajo de las mujeres en el ámbito científico a favor de los hombres, muchos de ellos mal atribuidos a estos últimos.
Como curiosidad y para quien desee profundizar en este asunto, el libro Las “mentiras” científicas sobre las mujeres de Silvia García Dauder, profesora de Psicología Social de la Universidad Rey Juan Carlos y Eulalia Pérez Sedeño, profesora de Investigación en Ciencia, Tecnología y Género del CSIC, ofrece una visión crítica sobre la historia de la mujer en la ciencia que no deja indiferente.
Mujeres influyentes en la historia de la medicina
Las mujeres en el ámbito de la medicina y la salud también han experimentado la discriminación y desvalorización de sus trabajos, a veces teniendo un papel secundario y otras tantas pasando desapercibidas e ignoradas. Y aunque no existe una fecha para la primera mujer que se dedicó al cuidado de la salud, es algo que no tiene mucha relevancia para nosotros, ya que estamos de acuerdo con la afirmación de la psicóloga estadounidense Jeanne Achterber: “women have always been healers”.
Por ello, a continuación dejamos una breve lista de mujeres influyentes en la historia de la medicina para contribuir a este Día Internacional de la Mujer y la Niña en la ciencia:
Metrodora (200 - 400 aC)
Doctora griega conocida por haber escrito el texto médico más antiguo escrito por una mujer: Sobre las enfermedades y los cuidados de las mujeres.
Florence Nightingale (1820 - 1910)
Fundadora de la enfermería moderna y de la primera escuela de enfermería. Se la conoce también por haber introducido los primeros formatos para recoger la información clínica de los pacientes.
Nettie Stevens (1861 - 1912)
Fue genetista y la descubridora del sistema XY, las bases cromosómicas que determinan el sexo. Sin embargo, este logro se atribuyó al genetista Thomas Hunt Morgan.
Marie Curie (1867 - 1934)
Pionera científica en el campo de la radiactividad y reconocida como una de las mentes más brillantes del siglo XX. Fue la primera persona en recibir dos Nobel de distintas especialidades (física y química), además de ser la primera mujer profesora en la Universidad de París. Junto con su esposo descubrió dos elementos físicos: el polonio y el radio, un logro que contribuyó al desarrollo de los rayos X.
Margaret Sanger (1867 - 1966)
Fue enfermera y se la conoce por fundar la primera institución de planificación familiar.
Dorothy Crowfoot Hodgkin (1910 - 1994)
Fue cristalógrafa y descubrió la estructura de la insulina, la penicilina y la vitamina B12.
Gertrude Belle Elion (1918 - 1999)
Química. Su reconocimiento se debe al descubrimiento del Purinethol, el primer medicamento fundamental para tratar la leucemia. Además, elaboró 45 tratamientos para combatir el cáncer y por lo que recibió el Nobel en 1988.
Rosalind Franklin (1920 - 1958)
Doctora en química y física. Su papel fue clave en el descubrimiento de la estructura del ADN, un descubrimiento que contribuyó a que sus compañeros obtuvieran el Nobela. Su participación no fue reconocida hasta mucho más tarde.
Marthe Gautier (1925)
Doctora médica e investigadora que detectó la anomalía cromosómica del síndrome de Down, aunque en un principio este descubrimiento se atribuyó a Jérôme Lejeune.
Marian Diamond (1926 - 2017)
Fue una científica pionera en el campo de las neurociencias y considerada como la madre de la neurociencia moderna. Entre sus logros destacan el estudio del cerebro de Albert Einstein y el descubrimiento de la plasticidad neuronal.
Estas son solo algunas de las tantas mujeres que han luchado a favor de la ciencia y que han abierto el camino para que otras mujeres y niñas puedan dar sus primeros pasos en este ámbito. Mujeres valientes y trabajadoras que han apostado por ir más allá de los prejuicios porque como dice María Mittelbrunn, jefa de Laboratorio de Inmunometabolismo del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa: “Hay que combatir los estereotipos porque ponen límites a nuestros sueños”.
Referencias bibliográficas:
Merton, Robert K. (1968): The Matthew Effect in Science, Science, vol. 159, no. 3810, 56-63.