Hay una gran cantidad de términos dentro del sector sanitario que inducen, tanto a los estudiantes que se inician en el ámbito sanitario como al resto de la población, a error. Un claro ejemplo de ellos son geriatría y gerontología.
Ambos términos hacen referencia a la vez, pero, sin embargo, por muy parecido que puedan parecer, lo cierto es que no tienen el mismo significado, aunque sí que están íntimamente ligados.
El envejecimiento de la población es un fenómeno que se produce a escala mundial y que, según indican los diferentes organismos internacionales, constituye una tendencia que se acentuará en las próximas décadas.
Por eso tienen tanta importancia el estudio de la gerontología y la geriatría, que, actualmente, son protagonistas en muchos cursos, másteres y expertos de formación, como los que puedes encontrar en Formación Alcalá.
A continuación, os contamos todo las diferencias entre la gerontología y la geriatría, así como algunos aspectos claves de ambos términos.
¿Qué es la gerontología?
La gerontología (del griego geron que significa vez y –logía, que significa ciencia) es la ciencia que trata la vejez y los fenómenos que son característicos en este periodo, por lo que abarca todas las disciplinas científicas relacionadas con el envejecimiento.
Dicho de otro modo, la gerontología estudia cómo envejece el ser humano, por qué y los problemas del envejecimiento. Por ello, su estudio abarca todos los puntos de vista posible, es decir, psicológico, social, económico e, incluso, cultural.
Además, también trata las necesidades físicas, sociales y mentales de las personas cuando estas llegan a la vejez. Esto, principalmente, significa que es multidisciplinar y está conformada por otras disciplinas como son la geriatría o la biología del envejecimiento.
En este sentido, la gerontología tiene como principal objetivo mejorar la calidad de vida de las personas mayores y ofrecerles herramientas para promover hábitos saludables y prevenir las posibles patologías.
¿Qué es la geriatría?
Por otro lado, la geriatría (del griego geron, que significa vejez, y –iatría, que significa curación) es una especialidad médica que se ocupa de la prevención y asistencia de enfermedades que pueden presentar las personas mayores de 65 años, de su recuperación de función y reinserción en la comunidad, tal y como explica la British Geriatric Society.
Por tanto, trata campos más concretos dentro de la vejez y se centra en aquellos factores que ayudan a mejorar la salud de las personas mayores, además de abordar y poner solución a los problemas que ocasionan la vejez.
Lo cierto es que el concepto de geriatría ha evolucionado con el tiempo hasta considerar un enfoque más integral, que no solo se centra en las enfermedades, sino en la salud total de la persona.
De esta forma, los médicos geriatras conocen los cambios que se producen durante el envejecimiento, así como los síndromes geriátricos, las enfermedades crónicas, los medicamentos y sus efectos.
Diferencia entre geriatría y gerontología
Llegados a este punto, se podría decir que la geriatría es una rama de la gerontología. De hecho, en muchas ocasiones se hace referencia a la geriatría con el nombre de gerontología clínica.
Sin embargo, que sea una parte de la gerontología no significa que lo sea todo o que ambos términos vayan siempre unidos. La mayoría de las personas mayores tienen buena salud y sería un error asociar el padecimiento de enfermedades con el proceso de envejecer.
No obstante, un auxiliar de geriatría, además de tener el conocimiento médico para cuidar a las personas mayores, también debe de tener conocimientos básicos sobre la gerontología.
Es por eso que, como hemos dicho anteriormente, en la mayoría de los programas formativos esto dos términos van unidos.
La importancia de la geriatría y la gerontología
Los ancianos son parte de nuestra sociedad, pero lo cierto es que la vida se ha vuelto más vertiginosa y lo que importa es la juventud, el éxito y el individualismo. Por eso, la calidad de vida de las personas mayores, en muchas ocasiones, no es tan buena como debería de ser.
Estas dos disciplinas tienen mucha importancia si pensamos mirando al futuro: La esperanza de vida es cada ve mayor y esto supone cambios físicos, políticos y culturales que afectan a todo el conjunto de la población.
Con este inminente envejecimiento de la población, la geriatría y la gerontología son dos pilares esenciales para garantizar la calidad de vida de todas aquellas personas que llegan a la vejez, ya que sus objetivos es conocer mejor a estas personas para poder desarrollar cambios y mejoras en su estilo de vida.
¿Qué funciones tiene un profesional de geriatría?
Con el aumento de la población mayor, el número de profesionales que deciden optar por especializarse en la atención a los adultos mayores es ha disparado. Por ello, se han creado nuevas ramas de conocimiento, así como empresas y servicios.
Tradicionalmente, se ha visto al geriatra como un médico especializado en la atención a los adultos mayores. Un profesional que conoce los cambios que se producen con el envejecimiento, así como las diferentes patologías crónicas que aparecen con el paso del tiempo y los síndromes geriátricos (demencia, caídas, delirium, malnutrición…).
De hecho, muchos profesionales de la salud se han especializado en geriatría, como las enfermeras, auxiliares o fisioterapeutas.
De esta forma, entre las funciones que desempeñan, se encuentra la de prevenir la ocurrencia de enfermedades, mantener la autonomía funcional de los pacientes, valorar su estado de salud, diagnosticar las enfermedades que puedan afectarlo y tratarlas.
Además, los geriatras utilizan una herramienta para valorar el estado de salud de la persona que se conoce como Valoración Geriátrica Integral. Esta se encarga de valuar el estado físico, psicológico y social, enfatizando en la capacidad funcional de la persona. El objetivo es buscar futuras propuestas o planes de cuidado y atención.