Si has estudiado medicina, seguramente habrás escuchado mil veces hablar del MIR durante tu periodo universitario. Y no es de extrañar, ya que el Médico Interno Residente es una de las opciones más atractivas para aquellos futuros profesionales de la medicina que quieren trabajar en un hospital y quieren especializarse.
Antes de nada, hay que aclarar que el MIR no es obligatorio, sino que es la propia persona la que decide si presentarse o no. Por eso, si te lo estás replanteando, es importante que estés informado y sepas qué es exactamente el MIR y qué especialidades tiene.
Algo que te explicaremos a lo largo del siguiente artículo para que, cuando terminas de leer, tengas claro cómo es el examen, qué especialidad quieres hacer y qué ventajas tiene ser Médico Interno Residente.
🏥 En qué consiste el MIR
Las siglas MIR hacen referencia el Médico Interno Residente, que se define como un proceso de formación que hace referencia a tres cosas. Por un lado, un examen de acceso; por otro, un periodo de formación, de entre dos a cinco años, con el que, tras finalizarlo, tendrás el título de especialista; y, por último, al médico que está formándose como especialista.
Este sistema de formación de especialistas médicos se realiza desde el año 1976 y solo pueden presentarse aquellos estudiantes que están licenciados o graduados en medicina. Solo así podrán acceder a una de las especialidades médicas reconocidas en España.
Además, le Ley hace imprescindible este sistema de formación para obtener el título de Médico Especialista y ejercer la medicina en cualquiera de las instituciones del Sistema Nacional de Salud.
✍️ ¿Cómo es el examen? ¿Y la evaluación?
Es el Ministerio de Sanidad el que convoca, con una periodicidad anual, el examen MIR. Generalmente, a mediados de septiembre informa de las plazas, los hospitales donde se pueden realizar las especializaciones y la fecha del examen, entre otras cosas, que suele ser entre los meses de enero y febrero.
Generalmente, la presentación de la solicitud se realiza en la web del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Esta solicitud engloba múltiples documentos.
El primero de ellos se llama Modelo 790, que los aspirantes deben presentar firmado y validado por la entidad bancaria, ya que supone también el pago de unas tasas, aunque hay algunos que están exentos de pagar esta tasa. También tienen que entregar una copia auténtica del DNI, una copia oficial del Certificado de Notas expedido por la Universidad y una copia auténtica del Título Universitario. En caso de que no disponga de título, el estudiante deberá presentar el resguardo acreditativo de solicitud.
Así, una vez presentada la solicitud y admitida, toca prepararse para el examen. Esta prueba de evaluación tiene una duración de 4 horas y consta de 175 preguntas de tipo test (aunque hasta 2019 eran 225), más 10 preguntas de reserva por si se detectan problemas de formulación o erratas. Cada pregunta tiene cuatro respuestas y solo una de ellas es verdadera. Además, no tiene un temario definido, por lo que es el propio alumno el que tiene que documentarse.
En cuanto a la evaluación, lo cierto es que la nota obtenida en el examen representa el 90% de la calificación final, ya que el 10% restante corresponde al expediente académico.
👨⚕️ 👩⚕️ ¿Qué especialidades tiene el MIR?
Una vez se tenga la nota final, se ordenan los participantes en el examen y se eligen las plazas ofertadas para cursar una especialidad. El MIR es uno de los programas formativos que más especialidades ofrece, aunque hay algunos que son más destacados y, generalmente, se ofertan más plazas.
Dentro del grupo de las especialidades más destacadas se encuentra el Área de Cirugía Ortopédica y Traumatología, con un periodo de formación de cinco años. Se trata de una especialidad que incluye la valoración clínica, diagnóstico, prevención, tratamiento por medios quirúrgicos y rehabilitación adecuada a los pacientes con patologías traumáticas, congénitas y ortopédicas en el aparato locomotor y en las estructuras asociadas.
Por otro lado se encuentra el Área de Anestesiología y Reanimación, cuyo periodo de formación es de cuatro años. Es una especialidad enfocada a la atención y cuidados especiales de los pacientes durante las intervenciones quirúrgicas u otros procesos que puedan resultar molestos o dolorosos. No obstante, también abarca el tratamiento del paciente crítico en la recuperación postoperatoria y la emergencia, así como en las unidades de cuidados intensivos.
La Cirugía general y del aparato digestivo también es una de las especialidades que más plazas suele ofertar. Su programa de formación es de cinco años. Esta especialidad se ocupa del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cuyo tratamiento requiere de la realización de una intervención quirúrgica y cuyo origen sea benigno, traumático o relacionado con un cáncer. Su campo de intervención es muy amplio, aunque se centra, sobre todo, en el aparato digestivo.
Otra de las especialidades es la Obstetricia y Ginecología, con un periodo de formación de cuatro años. Esta especialidad se centra en la atención de las mujeres durante el embarazo y el parto, así como en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de los órganos reproductivos femeninos. De hecho, la obstetricia trata la fertilidad de la mujer y su atención antes, durante y después de su embarazo, mientras que la ginecología atiende los posibles trastornos médicos o quirúrgicos en el aparato reproductor femenino.
El Área de Medicina Interna también es una de las especialidades que más plazas suelen ofertar, y su periodo de formación es también de cinco años. Esta especialidad atiende integralmente los problemas de salud en pacientes adultos. Lo cierto es que los médicos de atención primaria recurren a estos expertos para atender a enfermos complejos, cuyo diagnósticos es difícil.
El resto de especialidades, junto con los años de formación, son las siguientes:
- Alergología (4)
- Análisis Clínicos (4)
- Angiología y cirugía vascular (5)
- Bioquímica clínica (4)
- Cardiología (5)
- Cirugía cardiovascular (5)
- Cirugía oral y maxilofacial (5)
- Cirugía pediátrica (5)
- Cirugía plástica, estética y reparadora (5)
- Cirugía torácica (5)
- Deontología médico-quirúrgica y frenología (4)
- Endocrinóloga y nutrición (4)
- Farmacología clínica (4)
- Gastroenterología (4)
- Geriatría (4)
- Hematología y hemoterapia (4)
- Hidrología médica (2)
- Inmunología (4)
- Medicina de la educación física y el deporte (3)
- Medicina del trabajo (4)
- Medicina familiar y comunitaria (4)
- Medicina física y rehabilitación (4)
- Medicina intensiva (5)
- Medicina legal y forense (3)
- Medicina nuclear (4)
- Medicina preventiva y salud pública (4)
- Microbiología y parasitología (4)
- Nefrología (4)
- Neumología (4)
- Neurocirugía (5)
- Neurofisiología Clínica (4)
- Neurología (4)
- Oftalmología (4)
- Oncología médica (5)
- Oncología radioterápica (4)
- Otorrinolaringología (4)
- Pediatría y sus áreas (4)
- Psiquiatría (4)
- Radiodiagnóstico (4)
- Reumatología (4)
- Urología (5)
✅ Ventajas de hacer el MIR
Realizar y terminar el MIR no solo supone que consigas un título de especialista, sino que también adquieras una experiencia que has conseguido día tras día. Y esa experiencia tiene mucho valor, teniendo en cuenta el mercado laboral actual.
Además, realizar el MIR hace que estés en contacto permanente con estos profesionales que, también con sus experiencias y vivencias, te pueden ayudar a formarte mejor. Ya se sabe que no es lo mismo la teoría que la práctica.
El hecho de tener un tutor, precisamente, también hará que tengas una adquisición progresiva de responsabilidades, al igual que se distribuirán las tareas de una manera equitativa. ¿Todo eso en qué se traduce? En que adquirirás más conocimientos.
También participarás en charlas, congresos y realizarás cursos, lo que te dará la oportunidad de ampliar tu círculo de contactos. Y, por supuesto, tendrás tu remuneración.