En 2010, se implantó en todas las universidades españolas el Plan Bolonia, un proyecto que adaptó y unificó los criterios educativos en todos los centros europeos, algo similar a lo que se hizo con la creación del euro, pero, en este caso, con la educación.
Este nuevo sistema dividió la enseñanza superior en tres niveles: grado, máster y doctorado. El primero de ellos tiene una duración de 4 años, 240 créditos y sustituye a las diplomaturas y licenciaturas. Por su parte, el máster es una especialización en un ámbito en concreto y puede durar tanto un año como dos.
Además de esta medida, la obligatoriedad de algunas prácticas, la movilidad con las Becas Erasmus y una mayor responsabilidad por parte del alumno, también se implementaron los Créditos ECTS, cuyo principal objetivo es regular los estudios.
Seguramente has oído hablar de ellos y, si estás estudiando una carrera o te has graduado, los habrás utilizado, pero, ¿realmente sabes en qué consisten? ¡Sigue leyendo! Te contamos todo lo que debes saber sobre los créditos ECTS en este artículo.
¿Qué significa ECTS?
ECTS son las siglas de European Credit Transfer System (Sistema Europeo de Transferencia y Acumulación de Créditos), una herramienta del Espacio Europeo de Educación Superior. Es un sistema adoptado por todas las universidades de todos los países que firmaron el tratado de Bolonia.
Antes, solo se medían las horas de clase, pero con este sistema también se barema el trabajo del alumno fuera del aula, por lo que su objetivo es medir o cuantificar el trabajo de cada estudiante. Además, permite que los créditos tomados en una institución de educación superior, también se cuentan para una cualificación estudiada en otra.
Así, ayuda a los estudiantes a moverse entre países y que se reconozcan sus calificaciones académicas y periodos de estudio en el extranjero.
Por tanto, el crédito ECTS valora el esfuerzo que debe realizar el estudiante para superar la asignatura (asistencia a clase, horas dedicadas al estudio, trabajos académicos, seminarios, proyectos, horas para la preparación y realización de exámenes…), mientras que los otros créditos valoraban el esfuerzo del profesor, es decir, las horas de clase.
Es muy importante destacar que, en ningún momento, los créditos ECTS son equivalentes a puntos de baremación para convocatorias o para bolsas de empleo, solo sirven para medir la carga lectiva de las asignaturas y toda una carrera universitaria, puesto que son la suma de todas sus asignaturas.
En este sentido, también es importante resaltar que una de sus funciones es unificar criterios, por lo que las diferentes asignaturas de los grados incluidos en el ESSS tienen una asignación de créditos determinada. Es más, esta será igual en todos los países adheridos a la Declaración de Bolonia. De esta forma, las oportunidades y la movilidad son las mismas en todas las universidades de Europa.
¿Cómo funcionan los créditos ECTS en estudios universitarios?
Como hemos dicho anteriormente, un crédito ECTS es una unidad de medida del trabajo académico del estudiante. Es decir, cada una de las materias que se deben cursar en una carrera tiene una valoración, determinada por el número de créditos que se especifican en el plan de estudios.
De esta forma, para conseguir el grado académico es necesario reunir el número mínimo de créditos y, para ello, hay que aprobar todas las asignaturas, ya sean obligatorias, optativas, prácticas externas, el Trabajo de Fin de Grado u otras actividades formativas.
En España, por lo general, 60 créditos ECTS corresponden a un año completo de estudio o trabajo. Así, los diferentes grados y postgrados que cuantifican de la siguiente forma:
- Título de Grado. Los grados se distribuyen en 3 o 4 años académicos, lo que corresponde a 180 o 240 ECTS, respectivamente. No obstante, hay excepciones, como en Medicina, que son 360 ECTS; Arquitectura y Farmacia, con 343, y Odontología y Veterinaria, con 300 ECTS. También se incluyen aquí los dobles grados, que tendrán una duración de 6 años y una carga lectiva de 360 ECTS.
- Título de máster. Estos títulos abarcan de 1 o 2 años académicos, lo que supone entre 60 y 120 ECTS.
Generalmente, 1 ECTS corresponde a 25 horas de trabajo del alumno, y, normalmente, cada asignatura corresponde a 6 ECTS, lo que supone 150 horas de trabajo del alumno.
¿Qué son los créditos de libre configuración?
Además de los créditos ECTS, también existen los créditos de libre configuración. Son los que se consiguen en las materias que se encuentran fuera del plan de estudios del grado universitario que se estudia, pero que el estudiante tiene que realizar para completar el número de créditos que se exige en el título.
El objetivo de este tipo de créditos es que el alumno obtenga una formación adicional a su carrera y, de esta forma, amplíen su área de conocimiento. Las asignaturas cursadas en otras titulaciones también sirven como este tipo de créditos.
Existen muchas formas de conseguir estos créditos, como por ejemplo asistiendo a seminarios y conferencias de la universidad, trabajando como voluntario, con trabajos o prácticas profesionales, participando en actividades organizadas por la universidad y cursando otras asignaturas que permitan el desarrollo de habilidades específicas.
De esta forma, este tipo de sistema no solo permite al estudiante validar los estudios cursados anteriormente, sino que también le permite completar la formación académica con otras materias que no están incluidas en los planes de estudio del grado. Algo que supone un valor añadido para el currículum académico.
¿Qué son los créditos CFC? ¿En qué se diferencian de los ECTS?
Uno de los créditos que suelen causar confusión son los créditos CFC que, a menudo, se confunden con los ECTS. Las siglas CFC significan “Comisión de Formación Continuada”, es decir, los créditos CFC pertenecen a aquellos cursos que han sido sometidos a evaluación por parte de la Comisión de Formación Continuada del Sistema Nacional de Salud.
Una de las principales características de este tipo de créditos es que son puntuables en las oposiciones, concursos de traslados, concursos de méritos, listas de contratación y bolsas de empleo que convoca cualquier administración sanitaria española, es decir, los Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas y por el Ministerio de Sanidad.
De esta forma, las actividades de formación acreditables incluyen cursos, seminarios, talleres, reuniones… Su objetivo es mejorar el nivel de competencia del profesional, una vez que tienen la titulación básica o la especialidad.
Estos créditos tienen una forma de evaluación, que se reúnen en 5 factores: pertinencia de la actividad, objetivos de la actividad, metodología docente, evaluación y organización y logística.
Así, una de las diferencias entre estos créditos y los ECTS es que los CFC no tienen una relación directa con el número de horas de la actividad de la formación, como sí ocurre en los ECTS, que acreditan la formación universitaria.