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Seguro que, en muchas ocasiones, has oído hablar de las bolsas de empleo o bolsas de trabajo, y más si acabas de finalizar tus estudios universitarios, tienes que decidir tu futuro profesional o estás replanteándote cambiar de trabajo.
Lo cierto es una bolsa de trabajo es una herramienta muy útil, ya que acorta mucho el tiempo de reclutamiento de nuevos empleados para las empresas, además de que estos pueden encontrar una gran cantidad ofertas a las que presentarse.
No obstante, las bolsas de empleo tienen muchos más beneficios y ventajas para las personas. Así que si no sabes lo que son, no te preocupes, porque, a lo largo de este artículo, te contaremos qué es exactamente una bolsa de empleo, cuáles son sus ventajas y desventajas, los tipos que hay y cómo formar parte de ellas.
¿Qué es una bolsa de trabajo?
Una bolsa de trabajo se define como un espacio en el cual se registran una serie de ofertas laborales y, a su vez, las personas que buscan empleo. Es decir, es un sistema por el cual se crean candidaturas y posibles sustitutos de manera permanente para unos puestos concretos.
Generalmente, el medio de confeccionarse es un concurso-oposición, al que se presentan aquellos candidatos que cumplan los objetivos preliminares y, a partir de los cuales, se crea la bolsa de candidatos aprobados. En este sentido, se ordena teniendo en cuenta la puntuación o valía de los candidatos, de tal forma que el acceso a la vacante dependerá de
su puntuación.
Hay que tener en cuenta que no todas las bolsas de trabajo son iguales, ya que cada autonomía cuenta con una serie de requisitos y características diferentes, aunque lo cierto es que, en cada una de ellas, el proceso de acceso es prácticamente igual.
Por tanto, una bolsa de trabajo ejerce la función de intermediaria entre las ofertas laborales y las personas que demandan empleo. Además, supone una forma muy rápida y fácil de ver todas las ofertas de empleo disponibles en ese momento y relacionadas con un ámbito en concreto.
Actualmente, existen en el mercado laboral una gran cantidad de bolsas de trabajo, que pueden dividir en dos tipos: privadas o públicas.
Tipos de bolsas de trabajo
Como hemos dicho anteriormente, existen varios tipos de bolsas, que se pueden dividir en públicas o privadas. Al mismo tiempo, las privadas también se dividen en empresas privadas, portales de trabajo y centros de formación. Veamos cada una de ellas a continuación.
En las bolsas de empleo públicas se ofertan puestos de trabajo para, obviamente, trabajar en empresas públicas, es decir, las que pertenecen al estado y cuyos beneficios se destinan a gastos públicos. Generalmente, en este tipo de bolsas, las empresas informan sobre la convocatoria para opositar, así como los requisitos mínimos, los plazos de inscripción de solicitudes, las características del examen…
De esta forma, la bolsa es publicada y actualizada por la misma parte contratante y los interesados deben estar atentos a la publicación de estas convocatorias, para así inscribirse en el momento establecido.
Por otro lado se encuentran las bolsas de trabajo privadas. Principalmente, estas bolsas de trabajo se encuentran en una web donde pueden acceder dos tipos de usuarios: las empresas que necesitan cubrir puestos de trabajo y las personas que están buscando empleo.
En este caso, esta web o portal funciona como intermediario y ayuda a los demandantes y a las empresas a encontrar el candidato o trabajo ideal para cada uno de ellos. Esto se realiza con un proceso de selección que se realiza en esos portales, con el registro de la oferta laboral y de los perfiles de los usuarios, que debe incluir su currículum vitae.
En este tipo de bolsas existen tres subtipos: las empresas privadas, portales de trabajo y centros de formación.
En muchas ocasiones, las empresas privadas buscan candidatos para ocupar los puestos de trabajo que tienen un mayor crecimiento de la empresa y estas bolsas sirven de gran ayuda, ya que les permite acceder a una cantera de perfiles que, en un futuro, podrían estar interesados en contratar para puestos concretos.
También existen muchos portales de trabajo, que tienen el objetivo de tener personas que están buscando trabajo disponible para, en el caso de publicar una oferta de empleo, las empresas puedan tener candidatos al instante.
Por último, se encuentran los centros de formación, generalmente las universidades, que publican bolsas de empleo para que sus alumnos tengan la opción de adquirir experiencia laboral.
¿Cómo funciona una bolsa de trabajo?
Hay tres aspectos y elementos que componen una bolsa de trabajo: los candidatos, los empresarios y el Servicio Público de Empleo.
Para que una persona pueda estar en la bolsa de trabajo, es imprescindible que esté inscrita en las oficinas de empleo como demandante de trabajo. En este sentido, se recomienda que, a la hora de inscribirse en la oficina de empleo, se aporte toda la documentación disponible que acredite tanto la titulación académica como la experiencia laboral de la persona.
Además, es importante no dar un perfil demasiado generalista y sin ningún tipo de e
specialización, ya que dar datos concretos te ayudará a colocarte en una determinada posición dentro de la bolsa de trabajo y, por tanto, a encontrar trabajos más adecuados a tu formación y experiencia.
En cuanto a las bolsas de trabajo públicas, estas son una lista de reserva para la contratación de personal con carácter temporal y, generalmente, por necesidades del servicio de ocupar plazas vacantes. De esta forma, existen múltiples bolsas de trabajo, cada una adaptada a un sector profesional, como, por ejemplo, la de los hospitales o residencias públicas.
Son las diferentes comunidades autónomas las que regulan estas bolsas y, por tanto, su funcionamiento depende de lo que establezca la ley. A pesar de que cada comunidad autónoma establecerá los requisitos necesarios para entrar en ella, hay unos que son generales para todas las bolsas: poseer nacionalidad española, poseer el título de graduado o licenciado universitario que acredite la formación relacionada con el tipo de empleo deseado y tener la edad establecida en las bases de la convocatoria, que generalmente es ser mayor de 18 años.
En cuanto a la inscripción, se puede hacer tanto presencial, en cualquier oficina de la administración, como a través de internet, cumplimentando una solicitud o mediante certificado digital.
Ventajas y desventajas
Las bolsas de trabajo tienen una serie de ventajas que son muy atractivas para cualquier persona que está buscando empleo. Por ejemplo, facilita el acceso a las ofertas de trabajo y posibilidad que, cada candidato, pueda echar diferentes solicitudes desde un simple ordenador. Además, se trata de una herramienta gratuita.
A esto se suma que las empresas tienen a su disposición diversos candidatos en el caso de que necesiten contratar a alguien. Esto ahorra los costes del proceso de selección y reducen los tiempos de incorporación. Para los demandantes, la ventaja se encuentra en que, en cualquier momento, pueden ser llamados para cubrir esa vacante.
No obstante, estas bolsas también tienen una serie de desventajas, como que puede haber una sobrecarga de solicitantes o que las empresas tienen una bolsa estática de candidatos, donde siempre entran los mejores candidatos en el mercado laboral.
Sea como fuese, lo cierto es que es recomendable que te inscribas en las bolsas de empleo relacionadas con tu perfil profesional, ya que son una perfecta oportunidad para acceder a las futuras vacantes de empresas, ya sean tanto públicas como privadas.
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