En España, una enfermera puede trabajar tanto en el sector privado como en el sector público, aunque es importante destacar que los requisitos para trabajar en uno o en otro son diferentes. En este sentido, pese a que el proceso es mucho más difícil y duro, son muchos los profesionales de la enfermería que apuestan por presentarse a una oposición o inscribirse en una bolsa de trabajo para conseguir plaza en un hospital público.
Lo cierto es que los requisitos y condiciones de cada oposición o bolsa de empleo varían según la comunidad autónoma en la que se convoquen, aunque sí que hay dos aspectos que se repiten en todas y que son muy interesantes para cualquier profesional a la hora de completar el baremo o sumar méritos: la experiencia profesional y la formación académica, especializada o continuada.
De esas dos, la más fácil de completar es la de la formación continuada, ya que depende directamente del propio aspirante. En este sentido, una de las opciones más atractivas para ello es realizar cursos de enfermería acreditados por la CFC.
La Comisión de Formación Continua es un órgano del Sistema Nacional de Salud (Ministerio de Sanidad y Consumo). Esto quiere decir que la principal característica de los cursos CFC de enfermería es que están acreditados por un organismo público y permiten al profesional obtener créditos de formación que son baremables en bolsas y oposiciones.
Precisamente, el hecho de que esté acreditado por un organismo público y que, entre sus funciones, se encuentre la de “armonizar el ejercicio de las funciones que las administraciones sanitarias públicas y demás instituciones ostentan en materia de formación continuada”, hace que realizar cursos CFC de enfermería suponga que el alumno reciba una formación diseñada y dirigida por profesores de instituciones docentes de reconocido prestigio.